La Nación, 9 de abril de 2019
De día, ladran medio centenar de perros y al atardecer pasan corredores a toda máquina. Pero entre los árboles y el tránsito rápido de la avenida Del Libertador y Sarmiento se elevan esculturas que no pasan inadvertidas. Es que en estos días la Semana del Arte va a la plaza y lleva con ella obras monumentales, performances, películas que proyectará el Bafici y charlas culturales, a metros de arteBA. Como paseo obligado antes o después de visitar la feria, hasta el domingo, la Plaza Seeber reúne trabajos de creadores de renombre -como la bienalista que representará al país en Venecia- que convidan con arte en el espacio público.
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1 Dios es inmigrante (2019), de Mariana Tellería
Un tótem negro, imponente, se eleva con forma de cruz, hecho con partes de un auto desguazado. Una placa de bronce en el suelo indica un título o una afirmación urgente para el mundo de hoy: "Dios es inmigrante". La santafecina Mariana Tellería, autora de esta instalación de sitio específico, es la primera artista elegida por concurso que representará al país en la próxima Bienal de Venecia, que comienza en mayo, y por eso el Ministerio de Cultura la invitó a presentar esta obra, inédita y hecha especialmente para esta ocasión. "No tiene relación directa con el proyecto de Venecia más que porque es una obra de Tellería y tiene que ver con su universo de trabajo -aclara Florencia Battiti, curadora del envío-. Está más relacionada con otra obra suya emplazada en el ex Hotel de los Inmigrantes: mástiles de barcos que según como ella los dispone toman forma de cruz".
2 Más allá del tiempo (2017), de Marie Orensanz
Doce agujas de reloj gigantes, de diferentes formas y tamaños, en acero inoxidable, reflejan la cara de quien las mira. Tienen palabras caladas y forman una frase: "Más allá del tiempo". Ya se había visto en la Plaza Rubén Darío y Bienalsur ofrece ahora la oportunidad de reencontrarla. "Es un recorrido interno porque se puede pasar entre las agujas. Refleja la fragilidad del tiempo que pasa. Me interesan la interpretación y el pensamiento del otro al ver mi obra. Por ejemplo, una señora leyó tiempo del más allá. Es un discurso abierto, sin una estructura formada, para que el otro intervenga con su cabeza, pensando. Sin el otro no existo", invita la artista. En arteBA presentará otra serie en la galería Ruth Benzacar: "Son dos obras del 90 donde utilicé tela plegada. Mi trabajo siempre piensa el fragmento, que busca la integración de una parte a un todo".
3 Comunicaciones (1968-2000) y Mesa Redonda. Esto no es un juicio (1967-2019), de Margarita Paksa
En Comunicaciones, dos cuerpos se estampan en una caja de arena y dos piezas sonoras los expanden en el tiempo. Mesa redonda se realiza por primera vez, siguiendo pautas del protocolo que Paksa escribió en el libro Proyectos sobre el discurso de mí, editado por Fundación Espigas en 1997. El guion está a cargo de Rafael Spregelburd y participan los artistas Alicia Herrero, Julián D'Angiolillo, Marcela Sinclair, Cecilia Szalkowicz y Diego Bianchi. "Un grupo de personas se reúne y simula un diálogo lúcido y absurdo en torno al proceso de creación, producción y valoración del arte, emitiendo juicios. Los artistas contestan, a través de cintas grabadas a preguntas preformuladas por espectadores elegidos", dice Teresa Riccardi, directora del Museo Sívori, que le rinde aquí, con estas piezas que surgen bajo censura durante la dictadura de Onganía, un homenaje a Paksa. "Es una mujer pionera en muchos aspectos del arte y las tecnologías del cuerpo y los medios", señala. Las performances se verán hoy, a las 20; pasado mañana, a las 16 y a las 17; el viernes, a las 18, y el domingo, a las 18.30, en el pabellón del parque.
4 Hito de frontera, de Carlos Huffmann
Una mulita gigante y fosforescente se apoya en un auto dado vuelta y tapiado en su interior con ladrillos. "La obra iba a estar emplazada en un bajo autopista, pero cuando pintaron el entorno de colores dejó de ser una zona liminar. En esta plaza, se volvió significativo el título, frente a la embajada de Estados Unidos y junto al ex-Zoológico", explica el artista. Se trata de un ejemplar híbrido de diversas especies y, según quiso su autor, es a la vez empático y amenazante. ¿Por qué está arriba de un auto dado vuelta? "En esta plaza me surgió una nueva respuesta. Pensé que podría ser una estatua ecuestre invertida, con el animal arriba y el humano abajo, representado en el auto. Hay inversiones de sentido, todo lugar es una frontera si lo podés definir... me interesa mucho la idea de mundos intermedios", explica. Dibujos y pinturas suyas, también sobre el límite entre realismo y surrealismo, se verán además en arteBA, en la galería Benzacar.
5 Monoblock chairs y Tótem (2018), de Luna Paiva
Presentadas por Faena Art, las dos piezas de Paiva, a pocos metros de distancia entre sí, representan tótems del pasado y del presente bañados en bronce: uno de piedras apiladas, de cuatros metros, y otro de veinte sillas de plástico, que está ahora exhibido en Milán, y antes estuvo en Art Basel, Arco Madrid, en la galería Zmud y el CCK, en la ciudad, y en El Gran Vidrio, Córdoba. "El de sillas sería un tótem del consumo masivo: me interesan esos objetos que están despreciados pero que nos reúnen. Las encontrás en un bar en la India, Perú o Estados Unidos. Un símbolo que se repite y reúne". Su obra estará en la galería peruana Revolver durante arteBA.